Traductora: Aixa Lucini de Pineda
La pasión por las fotos pienso que nació después de haber adquirido mi primer teckel Barone.
Hasta ahora, debo añadir, que soy muy poco propensa a dejarme fotografiar por otros e intentaba siempre no aparecer en ninguna foto de grupo si no es estrictamente necesario.
Soy muy tímida y en las fotos cerraba los ojos o habitualmente ponía expresiones extrañas.
Después algo cambió! Había llegado Barone, mi adoradísimo Barone y la vida se abrió delante de mi de un modo totalmente nuevo.
Mi inseguridad se ablandó, y mi deseo de esconderme del mundo y desaparecer se auto limitó.
Recuerdo aún la primera expo en la que presenté a Barone… un espléndido concurso local que no han hecho más, en Bagnolo (RE)
Para mi, entrar en aquel ring y pensar que todos, tantísimos, estuvieran mirándome era una cosa que me helaba la sangre.
Estaba peor, pero mucho peor que cuando años antes presenté la tesis o hice mi primera entrevista de trabajo!!
Aquí era el centro del mundo (AAHHHH digo ahora…, viendo que nadie salvo mi marido me estaba mirando y fotografiando) sin ninguna protección… y sin embargo no!! Un escudo enorme y potente lo llevaba y caminaba a mis pies más seguro que nunca, aún teniendo pocos meses de vida y pocos kilos de peso… era mi amadísimo Barone.
Él, como después siempre ha continuado, entró en el ring con una audacia y una seguridad que yo, ahora siendo cuaranteañera no he probado jamás… Él es mi fuerza desde ese momento mi apoyo aún siendo un enanito.
Desde entonces hasta hoy tantas expos, han pasado tantas cosas, tanto suyas como de los otros teckels de la familia.
Ahora entro en el ring, en los grupos y en los BIS sin ningún miedo a los demás y sin temor a hacer el ridículo o quién sabe qué … tan cerca de mí que siempre tengo un teckelito!!
Mi perro, su fuerza, me dio la confianza y una felicidad tal que nadie más podía darme.
Y las fotos vosotros diréis? Empecé desde allí y llegué a otro punto!
Va bien por ahora, de la pasión por las fotos hablaré en una nueva entrega en los próximos días… espero que me perdonéis y me esperéis un poco para leer mis pensamientos al viento.